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¿Qué es el alcohol?
Antes de tratar a qué se debe el alcoholismo, hablemos del propio alcohol, también conocido como alcohol etílico o etanol. Es un líquido incoloro, transparente, de olor característico y su fórmula química es C2H6O.
Existen diferentes tipos de alcohol con diversos usos, pero el alcohol etílico (etanol) es el único que se utiliza en las bebidas. Se produce por la fermentación de cereales y frutas. La fermentación es un proceso químico mediante el cual la levadura actúa sobre ciertos ingredientes que se encuentran en los alimentos, creando alcohol.
La buena noticia es que es posible recuperarse de la adicción al alcohol con un tratamiento adecuado.
¿Qué son las bebidas alcohólicas?
Una bebida alcohólica es aquella en cuya composición está presente el etanol bien de forma natural o adquirida y que posea más del 1% de su volumen. Dependiendo del proceso de elaboración este volumen será menor o mayor llegando incluso a superar en algunas bebidas el 50% del volumen total.
Según el método de elaboración existen dos tipos de bebidas alcohólicas: las bebidas fermentadas y las bebidas destiladas.
Las bebidas fermentadas más comunes son el vino, la sidra y la cerveza y se elaboran a partir de frutas y cereales. El azúcar naturalmente presente en la materia prima se transforma en alcohol por la acción de las levaduras en el proceso de fermentación.
- El vino es producto de la fermentación de uvas o el mosto de uva. Su contenido alcohólico suele estar entre los 9 a 15 grados.
- La sidra procede de la fermentación de manzanas. El contenido en alcohol suele rondar los 5 grados.
- La cerveza se obtiene de cebada, trigo y otros cereales que contengan un alto porcentaje de almidón. Para obtener el sabor amargo se le añade lúpulo y su contenido en alcohol oscila entre los 4-10 grados.
En cambio, las bebidas destiladas se obtienen mediante el proceso de destilación, donde aplicando calor se elimina una parte del agua contenida en las bebidas fermentadas alcanzando altas graduaciones alcohólicas.
Entre las bebidas destiladas más populares encontramos:
- El coñac o brandy, derivado de destilados de vino.
- La ginebra, que se obtiene de la destilación de macerados de bayas de enebro y otros botánicos.
- El whisky, que se origina en el fermentado de cereales (cebada, maíz, centeno).
- El ron, que se obtiene de la destilación de fermento de caña de azúcar o de remolacha azucarera.
- El vodka, obtenido de varios cereales, generalmente centeno pero incluso se puede destilar con patata.
¿Por qué se consume alcohol?
Los motivos del consumo de alcohol son diversos, pero la mayoría de las personas que consumen bebidas alcohólicas lo hacen por motivaciones con una raíz psicológica como:
- Para divertirse.
- Para sentirse aceptados por un grupo.
- Buscando efectos de bienestar.
- Como facilitador de las relaciones sociales, especialmente en el caso de personas introvertidas.
- Como vía de escape a los problemas.
- Para combatir la ansiedad anticipatoria.
¿Qué es el alcoholismo?
El alcoholismo es una enfermedad crónica donde la persona consume alcohol de manera excesiva prolongada y continuada en el tiempo y que acaba generando una dependencia hacia el consumo de esa sustancia.
En esta enfermedad, el paciente no es capaz de controlar la ingesta de bebidas alcohólicas y esta adicción afecta tanto a la salud física como psicológica de la persona y daña las relaciones sociales con su entorno porque el consumo de alcohol es el eje principal sobre el que el adicto vertebra las áreas vitales en lo social, laboral y familiar.
Podríamos diferenciar varios tipos de alcoholismo en función de las pautas del consumo y las causas que llevan a ello, para ello, se han establecido diversas clasificaciones como esta propuesta por Jellinek que clasifica a los bebedores y alcohólicos en 5 grupos distintos:
- Bebedores de tipo Alpha: Este tipo de bebedor consume alcohol de manera excesiva con el objeto de mitigar los efectos de una enfermedad médica o mental. Estos bebedores corren el riesgo de desarrollar una dependencia al alcohol.
- Bebedores tipo Beta: En esta clasificación encontramos a los bebedores sociales que consumen excesivamente y corren el riesgo de sufrir daños por este consumo excesivo.
- Alcoholismo tipo Gamma: en este grupo el tipo de individuo que lo conforma tiene una adicción, no tiene control ante la bebida, sufre de craving o lo que es lo mismo, un deseo incontrolable por acceder a ella, además por el consumo continuado presenta alta tolerancia al alcohol y cada vez necesita consumir más para conseguir el efecto buscado. Estaríamos hablando de personas con alcoholismo crónico.
- Alcoholismo tipo Delta: En este tipo como en el anterior, nos encontramos con personas con una adicción al alcohol. Son incapaces de mantener la abstinencia pero conservan cierto grado de control ante la bebida. En resumen, necesitan beber de forma asidua, pero sin llegar a la ebriedad.
- Alcoholismo tipo Épsilon: son individuos que no consumen alcohol de forma continuada y pasan períodos sin consumir. Estas personas sufren pérdida de control ante la bebida y problemas conductuales, estaríamos hablando de un alcoholismo periódico.
¿Cuáles son las causas del alcoholismo?
Aunque son muchas las causas que podrían llegar a contribuir en el desarrollo de una adicción al alcohol, los expertos apuntan a una combinación de diversos factores: genéticos, psicosociales y ambientales.
En cuanto a los factores genéticos, diversos estudios sobre la predisposición genética al alcoholismo revelan que hijos de padres alcohólicos tienen un marcado riesgo para sufrir esta adicción. Estos estudios nos arrojan datos como que entre el 40% y el 60% de descendientes de un padre alcohólico acabará por desarrollar una adicción al alcohol.
Una persona no desarrolla una adicción al alcohol únicamente porque en su familia existan casos de esta enfermedad. Existen otros factores que pueden influir como:
- Casos en los que la persona tiene una baja autoestima.
- Sufrir depresión, mucho estrés o ansiedad.
- El tipo de trabajo. Es un hecho que las personas que trabajan en bares, pubs y discotecas nocturnas tienen más probabilidades de sufrir esta adicción.
- Abuso del consumo asociado a situaciones sociales.
- Presión para el consumo entre el grupo social.
- Fácil accesibilidad a bebidas alcohólicas.
Estos son solo algunos de los factores más comunes, pero pueden existir otros diferentes dependiendo de la situación personal de cada individuo y que pueden conducir al desarrollo de una adicción al alcohol.
Tratamiento de alcoholismo, la mejor opción para dejar de beber
El alcoholismo es una enfermedad crónica muy grave. Pero la buena noticia es que es posible recuperarse de la adicción al alcohol con un tratamiento adecuado. En nuestros centros abordamos la adicción al alcohol mediante una intervención multidisciplinar con profesionales que atienden los aspectos físicos, psíquicos y sociales de la adicción para conseguir que la persona supere la adicción al alcohol y pueda retomar las riendas de su vida.No es fácil ser consciente del problema que supone la adicción al alcohol (tanto si se sufre en primera persona como si el problema es de una persona cercana) tampoco es fácil pedir ayuda, pero es el primer paso que debe darse para tratar la adicción al alcohol. Queremos ayudarte y para ello hemos elaborado un test gratuito para detectar si existe un problema de alcoholismo.
Atrévete a dar el primer paso: pide ayuda.
Referencias consultadas
- Jacinto Martín, A. y López Coscojuela, J. (2017). Manejo del enolismo en atención primaria. Recuperado de https://bit.ly/3hXQgCf
- Pérez Cruz, N., & Antón Lolo, M. D. J. (2009). Impacto de la genética en el alcoholismo: un enfoque desde la lógica difusa. Revista Habanera de Ciencias Médicas, 8. Recuperado de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-519X2009000100010
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