Contenido
Perfil del consumidor
Según la encuesta bienal Alcoholismo y drogas y otras adicciones en España (EDADES 2017/2018), un 62,7% de la población consume alcohol en alguna medida. El perfil tipo responde a hombres, con una media de 40,8 años, que llega a tener borracheras (un 7,1%), mientras que un 15,1% recurre al binge drinking, un consumo intenso de alcohol durante un breve lapso de tiempo, localizado básicamente en el fin de semana.
España, que tiene un consumo de alcohol per cápita mayor que el de la media europea, es uno de los países del mundo con más densidad de bares. No en vano, el alcohol es asequible para todas las rentas de la población española. También es de los países más tolerantes. En efecto, existe una muy baja percepción de riesgo en la sociedad, y ello pese a que el alcoholismo en España se relaciona con más de 200 enfermedades –algunas con efectos mortales–, accidentes de tráfico y todo un abanico de lesiones y problemas de salud.
Según recientes estudios, el consumo global de cantidad de alcohol ha aumentado de 5,9 litros de alcohol puro al año por adulto en 1990 a 6,5 litros en 2017. Y pese a un descenso experimentado en los últimos años, se espera que llegue a 7,6 litros en el año 2030.
Las estimaciones van más allá: Todo apunta a que dentro de 10 años la mitad de los adultos beberá alcohol, y casi una cuarta parte (23%) lo hará en exceso una vez al mes. Ante este panorama, los expertos reclaman a las autoridades medidas políticas eficaces. Desde incrementar los impuestos actuales sobre las bebidas alcohólicas, a un mayor control de la disponibilidad y accesibilidad y la prohibición taxativa de la publicidad.
Entorno urbano permisivo
Las raíces del fenómeno son muy profundas, y se estudian actualmente todos los ángulos desde donde atacar la habituación de la población al alcohol. Que como se ve en las encuestas periódicas, se produce desde la niñez y la adolescencia. Uno de estos ángulos tiene que ver con el análisis de cómo influye el entorno urbano en el consumo.
Xisca Sureda, profesora de la Universidad de Alcalá, considera que las ciudades españolas tienen un problema con el alcohol que pasa desapercibido en muchos casos.
“Nuestras ciudades –afirma– facilitan totalmente el consumo y ayudan a normalizarlo. Algunas áreas de las ciudades están totalmente expuestas a elementos urbanos relacionados con el alcohol. Podemos encontrarlo en cualquier momento y en cualquier lugar”.
Otro ángulo es el de la elisión de las normas reguladoras por algunas campañas publicitarias. Se evade la legislación mediante estrategias alternativas para promocionar sus productos en la vía pública: el patrocinio de eventos como conciertos, festivales musicales o eventos deportivos dirigidos a los más jóvenes.
Siniestralidad y dependencia
Un informe de la agencia sanitaria de Naciones Unidas, OMS (Organización Mundial de la Salud), que basa sus conclusiones en datos de 2016, estima que el exceso de alcohol provocó la muerte en 2016 de tres millones de personas, con un 75% de las víctimas masculinas; entre otros problemas de salud.
Del conjunto de muertes atribuibles al alcohol, el 28% se debieron a lesiones como las causadas por accidentes de tránsito, autolesiones y violencia; el 21% a trastornos digestivos; el 19% a enfermedades cardiovasculares, y el resto fueron debidas a enfermedades infecciosas, cánceres o trastornos mentales.
El informe de la OMS también calcula que un 1,2% de los hombres mayores de 15 años sufren alcoholismo en España y un 2,7% algún tipo de desorden relacionado con el consumo. Cifras que en el caso de las mujeres descienden hasta el 0,2% y el 0,5%, respectivamente. La media europea, para ambos sexos, se sitúa en el 3,7% y el 8,8%, respectivamente.
Legislación laxa para el alcoholismo en españa
En cuanto a la legislación y políticas de prevención, el informe sobre alcoholismo advierte que España no aplica al vino el impuesto especial sobre el alcohol, que sí grava a otros productos, como la cerveza y los alcoholes fuertes.
La OMS especifica en su informe de 2016 que España aplica una regulación laxa, esto es, no obligatoria sobre publicidad relacionada con el alcohol. Tampoco legisla adecuadamente ni sobre lugares ni sobre la necesidad de advertir de la nocividad del alcohol.
La OMS reclama a todos los países a adoptar medidas eficaces para atajar el problema: “Todos los países pueden hacer mucho más para reducir los costes sanitarios y sociales del uso nocivo del alcohol. Las medidas comprobadas y rentables incluyen aumentar los impuestos a las bebidas alcohólicas, prohibir o restringir la publicidad del alcohol y restringir su disponibilidad física”, afirma el coordinador de la unidad de Gestión de Abuso de Sustancias de la OMS, Vladimir Poznyak.
Medidas necesarias para reducir la demanda y alcanzar el objetivo establecido por los gobiernos: una reducción relativa del 10% en el consumo de alcohol a nivel mundial entre 2010 y 2025.
Un 95% de países tienen impuestos sobre el consumo de alcohol. Sin embargo, menos de la mitad utiliza otras estrategias de precios, como la prohibición de vender por debajo del coste real. Y si bien se ha implementado en la mayoría de los países algún tipo de restricción en la publicidad de la cerveza, con prohibiciones totales para la televisión y la radio, el hecho es que son menos comunes en Internet y las redes sociales.
Alcohol y tabaco: drogas más peligrosas que las ilegales
El alcohol y el tabaco, que se comercializan y consumen legalmente, son dos sustancias que se engloban en la definición de “droga de uso recreativo”. Pero las diferencias con las drogas ilícitas o ilegales terminan ahí: la tolerancia a su comercio y consumo.
Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud junto con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud asegura que no son drogas más seguras. De hecho, tanto el alcohol como el tabaco juntos multiplicarían casi por diez la pérdida de años de vida saludables respecto a otras drogas.
Para elaborar su informe, la OMS estudió el impacto en el bienestar mediante el parámetro DALY o año de vida saludable perdido. Según los datos estadísticos mundiales, referidos al año 2015, el tabaco habría costado al mundo 170,9 millones de años de vida saludable; mientras que el alcohol representaría 85 millones de años saludables. Mientras que las drogas ilegales se sitúan a distancia, en un tercer puesto, con un coste global de 27,8 millones de años de vida saludable.
Referencias bibliográficas
- Situación actual del consumo de alcohol. Recuperado de: https://www.mscbs.gob.es/campannas/campanas10/embarazadasCeroAlcohol/situacion_actual_del_consumo_de_alcohol.html
- Plan Nacional Sobre Drogas. Recuperado de: http://www.pnsd.mscbs.gob.es/profesionales/sistemasInformacion/sistemaInformacion/pdf/EDADES_2017_Infografia_rev.pdf
- Fuentes, V. (agosto 2019). El español: Esta es la razón por la que en España se bebe tanto alcohol. Recuperado de: https://www.elespanol.com/ciencia/nutricion/20190815/razon-espana-bebe-alcohol/421208363_0.html
- Instituto Nacional de Estadística (INE). Encuesta Europea de Salud 2014. Consumo medio diario de alcohol según sexo y grupo de edad. Recuperado de: https://www.ine.es/jaxi/Datos.htm?path=/t15/p420/a2014/p03/&file=03009.px#!tabs-tabla
- Instituto Nacional de Estadística (INE). Encuesta Europea de Salud 2009; Consumo de alcohol en los últimos 12 meses según sexo y grupo de edad. Recuperado de: https://www.ine.es/jaxi/Tabla.htm?path=/t15/p420/a2009/avance/&file=01014.px

Redactor de contenidos en el Instituto Castelao
Deja una respuesta