En muchas ocasiones es difícil saber si una persona ha traspasado el límite entre el consumo razonable de alcohol, el abuso y la dependencia o adicción. Se trata de una sustancia tóxica legalmente permitida y aceptada socialmente. El alcoholismo se desarrolla prontamente, aunque sudetección suele ser compleja, perviviendo en forma de latencia.
A continuación, expondremos pistas y consejos sobre cómo se detecta a un alcohólico y cómo actuar para ayudar en su recuperación.
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Cómo se detecta a un alcohólico: EN BUSCA DE PISTAS
Cuando se despiertan las primeras suspicacias sobre el posible alcoholismo de un familiar, es importante, en primer lugar, no levantar o agrandar las sospechas, sino actuar cautelosa pero firmemente. En principio, no es descartable poder dirigirse al interesado con una pregunta indirecta para sondear su relación con el tóxico a través de la respuesta que nos dé.
Ahora bien, es muy útil contar con un bagaje previo que nos indique cuáles son los signos de trastorno por consumo de alcohol. Y así conocer si esa persona habrá traspasado el umbral de lo tolerable -si bien estos límites son flexibles y, a menudo, pueden conducir a una tolerancia excesiva del entorno, por desconocimiento.
EL CONSUMO DE ALCOHOL EN SOCIEDAD
El consumo de alcohol tiene raíces ancestrales. Ya en la Grecia antigua estaba asociado al rito del Dios Dioniso, considerado uno de los dioses olímpicos y un personaje clave de la mitología griega. Es el dios de la fertilidad y el vino y era inspirador de la locura ritual y el éxtasis.
El hedonismo de nuestra sociedad mediterránea opera en sentido inverso a la concienciación para desarrollar unas buenas barreras frente el alcohol, prácticamente desde la niñez. Muchas adicciones se adhieren, de hecho, durante la adolescencia, etapa en que normalmente se producen los primeros consumos del tóxico legal, lo que a menudo transcurre con un consumo excesivo de la sustancia. No obstante, el adicto tiene una predisposición genética, lo que hace que un joven desarrolle la enfermedad de la adicción y otro no. Muchas veces es una cuestión de límites, y el adicto no los conoce, o no en la medida deseable y necesaria.
Muchas personas que están desarrollando una dependencia del alcohol, son conscientes de ello, pese a lo cuál no son capaces de parar por sí solos.Este es un claro síntoma de que la bebida ya no es controlable, ha escapado de su voluntad de dejarla. Por eso es importante saber cómo se detecta el alcoholismo, para ayudar al adicto a solucionar su problema y enfrentarlo desde sus inicios.
Síndrome de abstinencia
Una persona alcohólica muestra el síntoma de abstinencia cuando intenta por sus propios medios dejar de beber. El malestar que genera el organismo ante la falta de esta sustancia, fuertemente activante de la dopamina en el cerebro, le lleva a volver a consumir en un periodo de tiempo que se va acortando. Es ahora cuando pierde el control, ya que precisa aumentar la dosis para llegar a un colocón parecido al que alcanzaba en la fase previa.
Ese aumento de las dosis para llegar al estado de embriaguez deseado es el denominado fenómeno de la tolerancia al alcohol. A mayor consumo, el cuerpo se adapta y admite más cantidad de alcohol, por lo que los niveles de intoxicación van in extremis. .
El hecho de que el alcohol sea una droga socialmente aceptada complica la detección del problema de consumo. Dentro de las propias familias, puede darse un alto grado de aceptación de conductas visiblemente adictivas. Porque todos consumen y en las mismas ocasiones ritualizadas: comidas, cumpleaños y demás celebraciones, como las festividades de Navidad.
Alguien puede ser alcohólico, o estar en el trance de convertirse en una persona dependiente aunque no esté todo el tiempo abusando del alcohol. De hecho, los expertos indican que para desarrollar un problema de alcoholismo, el sujeto quizá no beba todos los días ni deba hacerlo de forma abusiva.
Más importante para saber cómo se detecta a un alcohólico, es prestar atención a cada detalle que apunte a una modificación de la conducta. La permisividad debe ser nula pues el protocolo de actuación en el tiempo, poniéndose en manos de un especialista, es vital.
EL UMBRAL DE LA ADICCIÓN
El Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo (National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, de Estados Unidos) recomienda no superar el umbral de dos bebidas alcohólicas por día para los hombres y una para las mujeres. La medida tipo de bebida consiste en: una botella de cerveza de 340 ml, un vaso de vino de 140 ml y/o bebidas espirituosas de 80 grados de 43 ml.
El consumo que traspasa esos límites conduce normalmente a una dependencia de alcohol. Lo que provoca efectos perniciosos en la salud, la rutina laboral y las relaciones personales, además de posibles trastornos mentales.
Una de las señales fácilmente perceptibles, es el hecho de las situaciones de consumo en sociedad: los alcohólicos -revelados o no- beben más que el común de las personas que tienen a su alrededor. Su tolerancia al alcohol les permite, pese a ello, permanecer sobrios frente al resto. Consumen más que otras personas a su alrededor y, sin embargo, permanecen sobrios, en contraste con el resto.
La psicóloga clínica Michaele Dunlap ha advertido, en este sentido, que un consumo de este tipo que se dilate en el tiempo, produce “el daño al hígado de un bebedor”, que conduce a sufrir una “mala función hepática y una disminución notable en la tolerancia”.
EFECTOS EN LA SALUD Y EL ENTORNO
Entre los efectos fisiológicos perniciosos relacionados con el alcohol, cabe señalar: insomnio, depresión, irritabilidad, inquietud y ansiedad.
Por otra parte, el entorno familiar y personal, en general, también acusa el desgaste en los hábitos de la persona adicta. Así, estos sujetos, como enfermos que son, evitan las aficiones y se distancian de actividades sanas que antes practicaban; en definitiva, se convierten en seres cuyo centro de gravedad es la bebida y las actividades que les acerquen a ella.
CÓMO SE DETECTA A UN ALCOHÓLICO: AUTONEGACIÓN Y DETERIORO VITAL
A medida que profundizan en su adicción, los alcohólicos, aun siendo conscientes de su problema, se inclinan por la autonegación, por escudarse y culpar al exterior de su mal. Entre otros, a sus problemas financieros o laborales. Y sus mecanismos de defensa les llevan a negar tajantemente que se pueda plantear siquiera una discusión sobre sus hábitos de consumo. Pero lo cierto es que estos adictos se desentienden de sus familias y no asumen sus responsabilidades.
Los cambios de conducta se convierten en el modus vivendi cuando la dependencia se agudiza.
Los alcohólicos tienden a mostrarse agresivos con cualquiera, familiares y/o amigos, que les cuestionen sus hábitos de consumo. Sus relaciones se van deteriorando y ello conduce a situaciones de creciente aislamiento. Según la página web Help Guide, “los alcohólicos y los abusadores de alcohol tienen más probabilidades de divorciarse, tener problemas de violencia doméstica, luchar contra el desempleo y vivir en la pobreza”.
Existe una tendencia a proteger al alcohólico por parte de familiares o amigos. Pero la solución no está en la compasión; sino en plantearles de forma asertiva que sólo es posible su ayuda si se ponen en manos de un especialista y/o un tratamiento de eficacia.
Si bien es cierto que hay una diferencia de grado entre la adicción y el abuso del alcohol, este último se considera también un factor de alto riesgo. Puede conducir igualmente a una adicción al alcohol, además de producir otras enfermedades derivadas del alcoholismo. Incluso si no se detecta en un primer momento como alcohólico, se trata también de buscar ayuda para no abusar de la bebida y enfrentarse a la adicción.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Cómo detectar a una persona adicta al alcohol o a las drogas. (s/f). Recuperado de: https://triora.es/adiccion/adiccion-al-alcohol/cuales-son-los-signos-de-alcoholismo
- Cuatro señales para identificar a un alcohólico (2015). Recuperado de: https://vital.rpp.pe/salud/cuatro-senales-para-identificar-a-un-alcoholico-noticia-774423
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