La adicción al alcohol como droga legal, no siempre ha recibido la alarma social y el paraguas de los tratamientos del resto de sustancias psicoactivas. La legalidad y su asociación a ritos familiares hacen que este consumo sea socialmente aceptado. Además que permanezca como una de las adicciones más dañinas y extendidas en la sociedad. Conocer los parámetros del alcoholismo permite tratar esta enfermedad. Sobre todo mediante terapias; como la cognitivo conductual.
Contenido
Nociones del alcoholismo
El diccionario del cáncer del NCI (Instituto Nacional del Cáncer) incluye la definición de la dependencia del alcohol o alcoholismo; ya que esta patología está asociada con la aparición de diversos tipos de cáncer.
Alcoholismo: Enfermedad crónica por la que una persona siente deseo de tomar bebidas alcohólicas y no puede controlar ese impulso. Una persona alcohólica necesita beber mayores cantidades progresivamente para conseguir el mismo efecto. Tiene síntomas de abstinencia después de interrumpir el consumo de alcohol.
Generalmente el alcohólico pierde el control sobre su vida al consumir. Se generan en él cambios de conducta y comportamiento La dependencia del alcohol:
- Afecta la salud física y mental.
- Causa problemas con la familia, los amigos y el trabajo.
Acción del alcohol sobre EL sistema nervioso
El alcohol, como droga legal, es un depresor del sistema nervioso central. Actúa en muchas zonas del cuerpo:
- Como la formación reticular.
- La médula espinal.
- El cerebelo y la corteza cerebral.
- Sistemas de transmisores neuronales.
En el sistema nervioso central, el alcohol interviene en diversos procesos. Aquellos en los que ciertas células nerviosas reciben órdenes para activarse o excitarse. Igualmente, estimula los procesos por los que determinadas células nerviosas disminuyen su actividad. De esta forma, el alcohol actúa como un inhibidor bioquímico. Este no es específico de la actividad del sistema nervioso central. Es por ello que, entre los efectos del alcohol, se hallan la relajación o la reducción de la ansiedad.
Es comúnmente sabido ese aserto popular según el cual el bebedor bebe para olvidar. La depresión del sistema nervioso central crea a priori un estado relajado. Este estado permite al adicto alejarse de sus preocupaciones. Una de las cuales es la raíz de su problemática. Al no cesar de consumir alcohol, está estimulando esa red nerviosa; por lo que la ingesta que le demanda su propio organismo ha de ser mayor.
Cambios cerebrales por el consumo de alcohol
La dependencia al alcohol, el alcoholismo, es una forma crónica de abuso de alcohol que tiene:
- Efectos fisiológicos, de conducta y cognitivos.
- Cuando se toma alcohol repetidamente y durante un periodo de tiempo prolongado, el cerebro se adapta a su uso.
- El cuerpo se vuelve tolerante al alcohol. Progresivamente depende de él para mantener algunas de sus funciones básicas.
A medida que las neuronas se van adaptando a dosis cada vez más altas de la droga, funcionan de forma aparentemente normal; pese a estar “bañadas” en alcohol. Con el efecto apenas desaparecido, puede haber ya causado efectos severísimos en el comportamiento. Incluso la muerte. En definitiva, se ha desarrollado una tolerancia al alcohol.
La normalidad aparente de las funciones cerebrales es fruto de la tolerancia del organismo a la sustancia; enmascara un cambio neuroquímico subyacente que sólo se manifiesta si se deja de consumir el alcohol bruscamente.
Con la interrupción del consumo emergen los desórdenes cerebrales; conocidos como síndrome de abstinencia. Toman forma de síntomas como:
- Estallidos de actividad eléctrica en el cerebro
- Convulsiones
- Fenómenos psicóticos como alucinaciones
Estos desordenes hacen evidentes los cambios cerebrales que permanecían ocultos mientras se bebía.
Los síntomas de esta abstinencia desaparecen al volver a consumir alcohol. Hecho que produce la reanudación del consumo. Debido a que saben que al beber de nuevo sentirán un alivio de los síntomas. Pero este alivio significa que su cuerpo ya solo funciona “normalmente” con la presencia del alcohol. Es decir, se ha vuelto dependiente del alcohol.
Es una realidad que al igual que el tabaco, el alcohol es una droga legal. Está amparado su consumo por el Estado y tradicionalmente es el vehículo de muchas celebraciones sociales. La facilidad con que se consiguen las bebidas alcohólicas; la manera en que se consumen (las pautas sociales); son factores incidentes de que una persona llegue a ser dependiente del alcohol. Pero no menos cierto que los estudios científicos que apuntan a un componente genético. Esto incluye la calificación por la OMS como enfermedad de adicción.
En muchas familias, el alcoholismo se repite entre varios de sus miembros como un patrón de conducta. Es así que también está en estudio el origen de esas repeticiones. Pues también es posible que se deban a comportamientos aprendidos. Lo que no invalida la predisposición genética como factor desencadenante del alcoholismo en edades tempranas.
O incluso en la más tierna infancia; cuando muchos futuros consumidores de sustancias despertaron a la enfermedad. Al serles administrados en el espacio familiar jarabes que contenían codeína (una sustancia psicoactiva).
Tratamiento cognitivo conductual
Las terapias cognitivo conductuales suponen el enfoque más comprensivo para tratar la adicción. Consisten básicamente en el desarrollo de estrategias destinadas a aumentar el control personal de la persona sobre sí misma.
Entre las técnicas cognitivo conductuales aplicadas a los problemas asociados al abuso de sustancias, se incluyen:
- Entrenamiento en habilidades de afrontamiento.
- Prevención de recaídas.
- Manejo del estrés.
- Técnicas de relajación.
- Aprender habilidades sociales.
- Mejora de las habilidades de comunicación.
- Entrenamiento en habilidades para la vida.
- Ejercicio aeróbico.
- Entrenamiento en asertividad.
- Manejo de la ira.
Sintomatología y efectos
Entre los síntomas que causa el alcoholismo o dependencia de alcohol, están:
- Ansia: Una fuerte necesidad de beber
- Pérdida de control: Incapacidad para dejar de beber una vez que se comenzó
- Dependencia física: Síntoma de abstinencia
- Tolerancia: La necesidad de beber cada vez más cantidad de alcohol para sentir el mismo efecto
El abuso del alcohol, sin llegar a producir la dependencia física, acarrea serios problemas.
El consumo excesivo de alcohol:
- Puede causar problemas en el hogar, el trabajo o la escuela.
- Puede exponer al consumidor a situaciones peligrosas, o llevarlo a tener problemas legales o sociales.
Factores de riesgo del alcohol como droga legal
Establecida la preeminencia de la predisposición genética al consumo de sustancias psicoactivas; es preciso observar que existen otros factores incidentales. Por ejemplo, el hecho de vivir en ambientes desestructurados. O bien ser joven y creer que les proporciona disfrute: beben alcohol en sus reuniones y practican el llamado popularmente botellón.
Socialmente no se realiza el suficiente énfasis en divulgar que el alcohol, como droga legal tiene efectos nocivos:
- Daños en el hígado, cerebro y los vasos arteriales, entre otros.
- Altos consumos de alcohol aumentan la tensión arterial.
- Favorecen el desarrollo de arterioesclerosis. Pueden provocar infartos de miocardio (ictus).
Como vemos, el alcoholismo requiere de tratamiento para su recuperación. El objetivo del tratamiento de recuperación es dar al adicto las herramientas necesarias para afrontar cualquier situación que se le presente en la vida, sin recurrir al consumo de drogas.
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